Desde el departamento de Gestión Ambiental se hace énfasis en el plan que se lleva adelante con un sistema de limpieza que implica la recolección de los residuos generados en los hogares, su tratamiento y disposición final.

Sin embargo, esto parece no ser suficiente. Que la ciudad esté limpia depende de la colaboración de todos los ciudadanos.Una de las principales dificultades que enfrenta el sistema es el arroje de residuos fuera del contenedor.

Es por eso que se implementará un sistema de fiscalización que controla el uso de los contenedores y permite identificar y sancionar las infracciones. En este marco se estará aplicando multas de 5 UR -más de 6000 pesos- a las personas que dejan residuos en lugares no habilitados para tal fin.

Desde ahora, dejar al lado del contenedor objetos que ya no se van a utilizar porque pueden seguir siendo útiles para otras personas que pasan y se los llevan, será una acción que viole la normativa e impide que la ciudad esté limpia.