El ministro de Ambiente, Adrián Peña, dijo que este es un momento de “mucho nerviosismo” porque se puede dar una situación “bien compleja” con las cianobacterias, que afecte la temporada turística.

“Es altamente probable que —hasta que exista una transformación profunda— van a seguir llegando componentes de fósforo y nitrógeno a los cursos de agua, que en momentos de bajo caudal y altas temperaturas son el escenario ideal (para las cianobacterias). Me temo que eso pueda pasar”, dijo.

“Si no hay grandes flujos de precipitaciones, las cianobacterias quedan cerca de donde se generan, en el litoral. (Pero) si llueve intensamente luego de generadas pueden llegar a la costa y es una preocupación que afecte a la temporada turística”, admitió.

¿Cómo se puede solucionar el problema? Según el ministro hay que “cambiar las cosas que hacemos en la cuenca” y “mejorar los sistemas productivos”. De todas formas aclaró que no es que haya “grandes incumplimientos”.