Héctor “Guiñada” Hernández decidió irrumpir en la política. Las pasadas elecciones departamentales, el ingeniero civil y murguista presentó la lista 319-B como candidato a la alcaldía de San Carlos, bajo el lema del Frente Amplio (FA). Pasado el periodo electoral, ya se enfoca en la prueba de admisión rumbo al próximo carnaval.   

Dejó a un costado los ensayos. Largó papel, lapicera y la preparación del espectáculo. Eligió ingresar en la campaña electoral, aunque advierte ​“la murga es una revista política”, ​por lo que ​“toda la vida estuve militando”. ​Sintió la necesidad de ingresar e ir como candidato a alcalde ​“para arrimar votos” ​y​ “tratar de mantener el municipio”.  

“La candidatura tenía mucha simpatía, pero no tantos votos. No se me asocia con una persona seria. Soy ingeniero civil, pero nadie me asocia por ingeniero”,​ señaló Herández al respecto de su incursión en el ámbito político. Sin embargo, en el 2002 conformó la junta departamental ​“en la Comisión de Obras, como ingeniero honorario” para así lograr ​“dar una mano”.  

Consultado sobre su ideales, se autodefine marxista-leninista, mientras deslizó raudamente una dura autocrítica. ​“Pasamos a ser un partido clase media, intelectualoide. Mucho hijo de funcionario. Tengo 58 años, en esta oportunidad no vi pobres en nuestro acto, no pobres de plata”.​ Responsabiliza y confirma es​ “una consecuencia de muchos años abandonar la militancia real”.   

“Chiquilines, mucho lenguaje inclusivo, pero nos olvidamos de la palabra revolución”, ​recalcó en el acto final y lo rememoró. ​“Revolución como un cambio profundo. Somos revolucionarios quienes somos de izquierda, que intentamos cambiar la situación de nuestro pueblo, de una manera activa y no pasiva”, ​sostuvo.  

Cuestionó al núcleo del partido y considera que es el momento adecuado para una transición. ​“¿Qué Frente Amplio tenemos? Quiero trabajar, tengo una cantidad de compañeros muy valiosos, que el espacio rescato. Compañeros heridos por la derechización del Frente Amplio”. ​Puntualizó, es fundamental ​“el reordenamiento de la interna del FA acá”.   

La campaña de la lista 319-B, liderada por Hernández, duró tan solo diez días y fue bastante austera.​ “Hicimos un montón de listas y salimos a repartirla por toda la ciudad”. ​La 319-B sorprendió hasta sus propios integrantes, sacó 457 votos, 2,6% en el municipio. ​“Hay un dato rarísimo o muy interesante. Los votos de la lista, fueron parejos en todos los circuitos”.​ El Frente Amplio perdió el municipio de San Carlos luego de dos periodos al frente del mismo, desde su creación en 2010. En cuanto al cambio asumió: ​“la votación del FA fue mala toda, la nuestra fue el doble de lo que pensábamos sacar”.   

Acostumbrado a militar sobre un escenario, bajo los pesados trajes y coloridos maquillajes, lejos de lo políticamente correcto, recordó un hecho inusual camino a las elecciones departamentales de 2005. ​“Esa campaña en la Unión tuvimos un acto. Nos tocaba cantar, estaba lleno y había un loco sentado en la oscuridad, sentado en el piso”. ​El loco, como lo definió,​ “era Tabaré Vázquez, en el rinconcito, solo atrás de los telones, lo llevamos para el camerino”, ​describió.

 “Venga Tabaré, venga para acá, y lo pusimos a tocar, toca el redoblante, hace marcha camión, palo montado”, ​contó entre risas.  

Retornando a las elecciones pasadas del 27 de septiembre, se refirió a la competencia política, subrayó que ​“hay condiciones objetivas y subjetivas para competir. Ellos hicieron una movida muy grande de necesidad, con las canastas, y ese tipo de situaciones no son sostenibles en el tiempo”.  

Por otra parte​, ​manifestó que a la derecha​ “no le importa que gane el FA la próxima”, pero​ “si le importa que haya una alternancia, que vengas con un gobierno de izquierda blando y no hagas nada”.   

“Evidentemente Antía iba a ganar, por todos los errores que cometimos. La intendencia es una empresa, una gran empresa”,​ afirmó el ingeniero, y a su vez remarcó “lo votó un sector de gente anónima que ni sabe qué votó, gente que vendió el voto​ ​y que le dieron una canasta. Volvimos a la época de Pacheco en el Cerro, tirándole carne a la gente de arriba de un camión”.  

“Hay una triple crisis​. ​El mundo que viene medio jodido. Gana Lacalle y va a ajustar si o si, porque está en el ADN bajar el presupuesto y bajar el déficit fiscal. Después no lo logran, pero quedan locos de la vida. Tercero la pandemia”​, añadió el murguista sobre la situación actual.   “Nunca vamos a poder hacer una campaña a plata”. ​Si con bases en la ​“honestidad intelectual y fuerza popular”. ​Mencionó que es una acción esencial ​“estar cerca de la gente, para eso uno debe estar preparado”.   

Al mismo tiempo que comenzó sus estudios de ingeniería en 1982, empezó a relacionarse con el Carnaval. Hoy es director responsable y artístico de Cara a Cara, murga que se presentará a la próxima prueba de admisión. Volverá al carnaval capitalino, donde ya participó,​ “con “Pico Seco”​ ​fuimos la​ ​primera murga de Maldonado en ir al concurso oficial y la tercera del interior”.  

El espectáculo se denomina “Murga de dos cabezas”, ​“siempre tenemos en la vida, en las opiniones, siempre dos cabezas”.   

“El murguista, el soñador. Como somos algunos, siempre estamos buscando la otra cabeza y muchas veces no desilusionamos. Una cabeza es para no dejar ensayar a las comparsas y otra para abrir los shoppings”, ​finalizó.