Desde la Asociación Uruguaya de Vapeadores (Asovape), una organización antitabaco que busca la regulación del vapeo como alternativa para dejar de fumar, queremos dirigirnos a la opinión pública en respuesta a la nueva campaña de prevención de la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular.
En primer lugar, enfatizamos que estamos en contra del consumo de tabaco. Reconocemos que el vapeo puede contener nicotina, pero es importante aclarar que no genera cáncer por sí misma, y que no es verdad que todos los dispositivos de vapeo contienen nicotina. Entendemos que la comisión busque desestimular el uso de vaporizadores, pero creemos firmemente que debe hacerlo de manera responsable. Mentir no es el camino.
“La nicotina en sí no es especialmente peligrosa. Si la nicotina pudiera proporcionarse en una forma que fuese aceptable y efectiva como sustituto de un cigarrillo, podrían salvarse millones de vidas”, afirma un informe del Royal College of Physicians de Londres.
(Ver original: https://shop.rcplondon.ac.uk/products/nicotine-addiction-in-britain?variant=6633984645)
La campaña sostiene que “todavía no hay evidencia”, pero ya en 2014, en una emblemática carta conjunta enviada a la entonces directora de la OMS, Margaret Chan, 53 reconocidos expertos en salud pública y científicos de más de 18 países destacaron el aporte que podía significar el desarrollo de productos sin humo. “Sabemos desde hace años que la gente ‘fuma por la nicotina, pero se muere por el humo’ (…) El potencial de que productos de reducción de daños reduzcan la carga de las enfermedades relacionadas con el cigarrillo es enorme. Estos productos podrían ser una de las mayores innovaciones sanitarias del siglo 21, y podrían salvar millones de vidas”, rezaba la carta. Por si quedan dudas, compartimos enlace a la versión original: https://nicotinepolicy.net/documents/letters/MargaretChan.pdf
El vapeo viene demostrando ser una herramienta altamente eficiente para dejar de fumar y abandonar así el consumo de tabaco, el cual está directamente relacionado con el cáncer debido al humo del tabaco y el papel quemado. El uso de tabaco es la segunda causa de enfermedad cardiovascular, después de la hipertensión arterial. Y por eso reiteramos que el vapeo no contiene tabaco. No estamos de acuerdo con la afirmación que sostiene que los dispositivos de vapeo son "una forma más segura de consumo de tabaco".
Simplemente no contienen tabaco en ninguna de sus formas. Nuestros esfuerzos se centran en promover la premisa de que el consumo de tabaco es perjudicial para la salud y el vapeo es una alternativa comprobada, utilizada en políticas de salud pública en varios países, como Reino Unido, Noruega, Suecia, Nueva Zelanda, Canadá, entre otros.
La evidencia está reforzada por estos casos concretos que compartimos: Reino Unido ,Suecia, Noruega, Nueva Zelanda y Canadá donde la política de estado del control del tabaco se ha complementado con el principio de la reducción de daños, arrojando como resultado una caída del número de fumadores.
En el caso de Estados Unidos, a mediados de 2017, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) anunció un Plan Integral https://www.fda.gov/tobacco-products/ctp-newsroom/fdas-comprehensive-plan, para mejorar la salud pública, desincentivar el uso del cigarrillo y alentar a los fumadores adultos a realizar un cambio a alternativas menos riesgosas.
En esta línea, considera que, junto con medidas para reducir el tabaquismo, la disponibilidad de alternativas menos riesgosas, como el vapeo, es un elemento fundamental de este plan. Como toda actividad de consumo, el vapeo tiene consecuencias. Sin embargo, es incorrecto afirmar, como lo hace la campaña, que "además de los riesgos convencionales que implica fumar", el vapeo conlleva otros riesgos. Si bien puede tener sus propios riesgos, estos no están relacionados con la combustión, el tabaco, el humo o el papel quemado, y mucho menos con el cáncer. Ante todo, seamos sinceros. No se agregan riesgos. De hecho, estudios internacionales han concluido que vapeo es 95% menos nocivo que fumar. Es también incorrecto afirmar que los vaporizadores producen vapor "con muchas sustancias tóxicas". Consideramos que esta declaración es irresponsable y carece de fundamentos científicos sólidos. Como explica Kevin McAdam, director de la investigación publicada en la revista “Chemical Research in Toxicology”, de Londres, en el estudio se evaluaron un total de 142 compuestos, incluidos aquellos catalogados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) como ‘dañinos o potencialmente dañinos’, los recogidos en la lista de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y los que ya se han comunicado que son generados por los vaporizadores.
Los investigadores evaluaron los potenciales compuestos tóxicos emitidos por un cigarrillo convencional y por un vaporizador. Para eso utilizaron “robots vapeadores” y “fumadores” en habitaciones estancas y recogieron las emisiones. Como indica Kevin McAdam, “dado que sabíamos que los niveles de algunos constituyentes de los vaporizadores iban a ser muy bajos, también analizamos el aire de ambas habitaciones para detectar los posibles contaminantes”.
Los resultados mostraron que, comparados frente a los encontrados en el humo del cigarrillo, los niveles de productos tóxicos recogidos en la lista de la OMS fueron hasta un 99% inferiores en el caso del vapor de los vaporizadores. Y que las cantidades de productos “dañinos o potencialmente dañinos”, según el listado de la FDA fueron un 92% inferiores. Es cierto que en Uruguay está prohibida la importación, registro, venta, publicidad, entre otros aspectos relacionados con el vapeo.
Esta prohibición se basa en la clasificación errónea de los vaporizadores como “productos de tabaco”, cuando en realidad no lo son. Hemos iniciado un camino de diálogo con la academia y las autoridades sanitarias para que el vapeo se regule en Uruguay como lo que es: una alternativa SIN TABACO.
Creemos que debe ser controlado y regulado para garantizar que los miles de uruguayos que están logrando dejar de fumar gracias al vapeo tengan acceso a dispositivos y líquidos aprobados por el estado. Si el cigarrillo está regulado y se comercializa bajo condiciones acordadas, sería lógico pensar que el vapeo también debería estar regulado y su comercialización debe ser controlada.
Finalmente, aclaramos que no buscamos fomentar ni promocionar el uso de vaporizadores entre aquellos que no fuman. Pero el vapeo es una realidad en Uruguay, somos decenas de miles de personas pidiendo ayuda para que esta solución, que nos cambió la vida para siempre, se regule correctamente.