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El Hospital de Rocha presentó el balance de sus primeros seis meses de gestión, un período marcado por el ordenamiento interno y por la necesidad de estabilizar servicios clave para la población usuaria de ASSE. La directora, Dra. María Laura Teti, destacó una mejora significativa en la disponibilidad de medicamentos, asegurando que los tratamientos crónicos y especiales están garantizados gracias a partidas específicas enviadas por ASSE y a un trabajo más firme del Comité de Farmacia en todo el departamento.

Otro punto central fue la depuración de las listas de espera, revisadas unidad por unidad para priorizar a quienes requieren atención urgente. Además, se habilitaron consultas rápidas para médicos generales y especialistas, buscando reducir demoras y ofrecer respuestas más eficientes. Según Teti, este semestre fue apenas la etapa de bases para una gestión de cinco años que apunta a un hospital más ordenado, accesible y humano para todas las familias rochenses.

En una departamento donde la salud pública suele ser la primera puerta —y muchas veces la única— para miles de rochenses, los primeros seis meses de gestión en el Hospital de Rocha dejaron al descubierto una realidad tensionada por años de recursos ajustados, demoras y una demanda creciente. La directora del centro, Dra. María Laura Teti, decidió poner en palabras ese proceso: un comienzo “austero, pero necesario”, en un sistema que busca estabilizarse sin descuidar a sus usuarios.

En un servicio donde cada espera cuenta y cada medicamento faltante puede cambiar el curso de un tratamiento, Teti habló de un semestre marcado por restricciones heredadas y por la urgencia de ordenar lo básico. Sin embargo, proyecta un viraje con la llegada del nuevo presupuesto: una oportunidad —dice— para “trabajar con más soltura” y afinar la atención en la capital departamental.

Medicamentos: de la preocupación histórica a una mejora medible

Uno de los puntos más sensibles para cualquier usuario de ASSE es el abastecimiento. En Rocha, hablar de medicamentos suele activar un recuerdo inmediato: el del paciente que vuelve a casa sin su tratamiento. Teti, consciente de ese impacto, asegura que la disponibilidad actual es “notablemente mejor” a la de años recientes.

Lo explica con claridad: los episodios puntuales de faltantes que la población pudo percibir no fueron por falta de presupuesto, sino por atrasos o desajustes logísticos. La prioridad —subraya— fue garantizar que los tratamientos crónicos, como los de diabetes o hipertensión, estuvieran cubiertos sin interrupciones. Para ello, ASSE envió partidas especiales y reforzó compras destinadas a sostener la continuidad terapéutica.

“Los tratamientos especiales también están resguardados”, afirma, destacando que estos dependen de un seguimiento estricto que no admite demoras.

Un comité que intenta ordenar la circulación de fármacos

Parte del esfuerzo en mejorar el abastecimiento vino acompañado de una estructura más clara para decidir compras y priorizar casos. El fortalecimiento del Comité de Farmacia apunta a eso: tener un criterio común para todo Rocha, desde la RAP hasta el Hospital de Chuy.

La idea es simple y profundamente social: que el acceso no dependa del lugar donde se vive. Un norte que, en un departamento amplio y con realidades dispares, evita desigualdades silenciosas que suelen pasar desapercibidas en los informes.

Listas de espera: el desafío que incomoda pero que era necesario encarar

Si hay algo que cruza a todos los sistemas de salud del mundo, es la tensión con las listas de espera. Rocha no es la excepción. Teti reconoce que el problema no era solo el volumen, sino la falta de criterios de prioridad claros al momento de solicitar consultas.

El trabajo, según explicó, fue quirúrgico: unidad por unidad, depurando listados y corrigiendo errores que dejaban a pacientes con necesidades urgentes relegados por trámites mal identificados. Ese reordenamiento permitió acercar a los casos prioritarios a los primeros lugares, un gesto que, aunque burocrático en apariencia, cambia efectivamente la vida de las personas.

Consultas rápidas: un parche inteligente para un problema estructural

Otro movimiento fue habilitar espacios de consulta rápida, tanto para médicos generales como para especialistas. La medida no resuelve de fondo la saturación, pero sí ofrece un alivio inmediato a quienes necesitan ser vistos con urgencia.

Es, en esencia, un intento de devolver dignidad a un usuario que demasiadas veces queda atrapado entre llamadas, horas perdidas y trámites que parecen no tener dueño.

El horizonte: un sistema que no está cerrado, sino en construcción

La directora resume estos seis meses como una etapa de bases, de cimientos más que de resultados espectaculares.

 “Es apenas el primer semestre de cinco años de gestión”, afirma. Y en esa frase se lee más que un diagnóstico: se lee un compromiso con un hospital que sigue siendo columna vertebral para miles de familias rochenses, en especial para quienes dependen exclusivamente de ASSE.

El desafío no se agota en los medicamentos ni en las listas de espera. Rocha necesita estabilidad, inversión continua y decisiones que tengan en cuenta algo elemental: detrás de cada número hay una persona, detrás de cada retraso hay una angustia, y detrás de cada mejora hay un derecho cumplido.

Este semestre dejó claro que el sistema está en movimiento. Lo que viene, si se cumplen las proyecciones, será la prueba de si ese movimiento puede transformarse en un servicio más cercano, más justo y más humano para toda la capital departamental.

Autor: ROCHAALDIA.COM