Un año lleno de desprolijidades para Nacional y Peñarol en la Liga AUF Uruguaya: el título debió quedar desierto
El título de la temporada 2025 en el fútbol uruguayo debió quedar desierto. Sí, así: desierto. Sin embargo, como la competencia exige un campeón, Nacional levantó el trofeo de la Liga AUF Uruguaya y Peñarol se retiró del Gran Parque Central con el segundo puesto, y de esa forma lo recordarán los libros de historia.
En este contexto, se terminó un año lleno de desprolijidades para Nacional y Peñarol en el fútbol uruguayo, en el que los dos clubes acabaron resolviendo a los ponchazos, en medio de una sucesión de situaciones que invitan a reflexionar y a plantarse, de cara a 2026, en un lugar diferente.
1) Fue penal a Leo FernándezReducir por estas horas la explicación de la derrota de Peñarol en este domingo al penal que no le cobraron a los ocho minutos es pretender hacerse trampa al solitario.
¿Fue penal? Sí.
¿Lo cobraron? No.
Nacional vs Peñarol segunda final de la Liga AUF Uruguaya en el Gran Parque Central Nacional campeón Christian Ebere MVP de la final¿Hubiera ganado Peñarol con ese penal? Difícilmente, porque el equipo de Aguirre habría tenido que soportar la remontada de Nacional, con un Christian Ebere intratable (jugó 19 minutos y fue un demonio) y sin disponer de las herramientas defensivas para hacerlo.
¿Fue justo campeón Nacional? No.
Nacional fue el menos malo de un torneo que debería al menos sonrojar a los protagonistas por el contenido que ofrecieron los equipos, los malos proyectos deportivos y las malas decisiones que tomaron los líderes intelectuales (el presidente Ignacio Ruglio en Peñarol y el vicepresidente Flavio Perchman en Nacional) en los dos grandes.
¿Fue injusto el resultado con Peñarol? Tampoco.
20251130 Christian Ebere de Nacional festeja su gol para el título ante Peñarol por la Liga AUF UruguayaChristian Ebere de Nacional festeja su gol para el título ante Peñarol por la Liga AUF Uruguaya
FOTO: Gastón Britos/FocoUyPeñarol no perdió la final en el Gran Parque Central por un error del árbitro sino por una política institucional (de Ruglio) y de contrataciones (que debería liderar Diego Aguirre) que lo llevó al fracaso.
Es difícil aceptar que el camino que recorrió Peñarol fue un proyecto de Aguirre, porque la Fiera se caracterizó por poner mucho pienso y mejores decisiones a sus planes en el club (salvo cuando hace una década se fue al fútbol árabe por dinero).
2) La verdadera razón: una mala política de contrataciones y la gestión RuglioPor supuesto que concentrar las culpas de la derrota en el penal que no le cobraron a Leo Fernández, es un hermoso discurso para justificar la miopía de un club que está en crisis institucional a raíz de una política que hasta ahora solo lo condujo a pelearse con todos, a buscar fantasmas donde no los hay y a pretender promover el caos con el objetivo de que en la división pueda beneficiarse circunstancialmente.
Acaso. ¿Peñarol analizó la política de contrataciones que ejecutó en 2025 y asumió sus errores? ¿Hizo autocrítica? ¿Cómo es posible que haya gastado en un solo jugador un dinero que hasta ahora no tiene el fútbol uruguayo y que por la decisión del presidente (porque el que acordó el pase de Leonardo Fernández en una cifra histórica fue Ruglio), soñando con llegar otra vez a la definición de la Copa Libertadores, le dejó a Aguirre un presupuesto totalmente condicionado y un equipo deforme y desproporcionado?
20251130 Leonardo Fernández de Peñarol ante Diego Romero de Nacional por la final de la Liga AUF UruguayaLeonardo Fernández de Peñarol ante Diego Romero de Nacional por la final de la Liga AUF Uruguaya
FOTO: Gastón Britos/FocoUyTambién Peñarol podrá tomar hoy el camino corto y justificar todo bajo la excusa de la mala suerte, que sin dudas tuvo con tantas lesiones, pero, ¿fue mala suerte tomar la decisión de pagar US$ 6.300.000 por el pase de Leo Fernández y un sueldo que no existe para el mercado uruguayo, con el que distorsionó cualquier plan medianamente equilibrado?
¿Es mala suerte contratar a un futbolista (Diego García) que estaba judicialmente comprometido?
Peñarol incrementó un 50% su presupuesto de fútbol en esta temporada, ¿para qué?
Si pasamos a los hechos, los números, entonces debemos concluir que con esa diferencia económica, de invertir no menos de US$ 15.000.000 en un futbolista en tres años (eso pagan por Leo Fernández) debió ganar holgadamente la Liga AUF Uruguaya, sin embargo no fue capaz de conseguirlo.
Y además, el club vivió en un clima enrarecido con Washington Aguerre, con la situación de Fernando Muslera, la salida de Guillermo de Amores, el momento que vive Martín Campaña, por ejemplo.
Nacional vs Peñarol segunda final de la Liga AUF Uruguaya en el Gran Parque Central Diego AguirreEntonces: Peñarol está instalado en un polvorín, claramente promovido por el estilo de conducción de Ruglio.
En esta realidad que está viviendo el club no existe institución que resista y, al pasar raya a la temporada 2025, en la que pudo ser campeón como el menos malo, también tendrá que sincerarse y entender que Peñarol necesita un poco de paz a todo nivel para transcurrir desde enero en un escenario diferente al actual.
Porque la historia de Peñarol es muy grande como para seguir validando mensajes, que se repiten sistemáticamente y sin más argumentos que la falta de profunda autocrítica y sincero análisis, como los del delegado Julio Trostchansky y del dirigente Gonzalo Moratorio este domingo después del partido en el Parque, o los que Ruglio publica una y otra vez.
3) La riesgosa impronta que establece PerchmanEste año Nacional no anduvo muy lejos del camino que recorre Peñarol, en su caso en el polvorín por la impronta de Flavio Perchman. Se trata de un nuevo protagonista en el mundo directriz que se integró al gobierno de Nacional en diciembre pasado.
Al respecto existen algunas diferencias, que por este año atenúan el camino recorrido por el vicepresidente: es su primer año de gestión, es novato en la conducción en el fútbol (aunque llevaba, antes de dejar todo por Nacional, 25 años como empresario de fútbol) y, lo más importante, los tricolores tienen un presidente diferente (Ricardo Vairo), quien con gran esfuerzo logró zurcir, en medio de la adversidad y el clima incómodo que en los últimos 12 meses sembró el vice con comentarios que dividieron en la interna y generaron tensión en el plantel.
Si Nacional llegó al final de la temporada con una maquillada armonía, en buena medida los socios tendrán que agradecerle a Vairo, porque fue el equilibrio de una balanza también desregulada.
Tres técnicos y un clima inestable marcaron la tónica de Nacional en 2025.
Jadson Viera Nacional vs Peñarol segunda final Liga AUF Uruguaya Gran Parque CentralJadson Viera, entrenador de Nacional
FOTO: GASTÓN BRITOS / FOCOUY¿Cuál fue la diferencia en el final de la temporada? Que en lugar de gastar millones de dólares en un solo futbolista, la política de contrataciones elegida por Perchman en Nacional pasó por repartir ese dinero en la incorporación de varios jugadores que pudieran potenciar al equipo. Entonces, terminó el año con un plantel profundo y a la larga fue determinante para ganar en esta definición.
Esa fue la única diferencia entre Nacional y Peñarol.
Porque, en la columna del debe, Perchman cometió el error de detonar el trabajo de su amigo Martín Lasarte y exponer al club a una situación inexplicable.
¿Si Perchman no quería a Lasarte en diciembre del año pasado, para qué lo mantuvo hasta marzo y lo echó tres días antes del debut en la Libertadores? Y luego trajo a un entrenador que asumió al frente de un plantel que no había armado. Y tarde, porque después de la goleada que sufrió por 3-0 en el clásico en el Campeón del Siglo debió cambiar al entrenador, terminó emparchando el 27 de octubre con Jadson Viera, que resolvió el problema en cuatro partidos, con un plan de emergencia y traicionando su estilo de juego que pondrá en práctica en 2026.
Un punto más: ¿dónde está la cantera de Nacional?
Este domingo fue campeón sin ningún juvenil. ¡Ninguno! Entonces, aquellas promesas de campaña de hace un año hoy caen en saco roto.
Nacional vs Peñarol segunda final Liga AUF Uruguaya Gran Parque CentralEquipo titular de Nacional que comenzó jugando la segunda final de la Liga AUF Uruguaya 2025
FOTO: GASTÓN BRITOS / FOCOUYEs por estas razones que también Nacional tuvo un año malo en su política deportiva, que disimula la copa que levantaron este domingo, pero que cuando rascás terminan teniendo puntos en común con Peñarol. Por el estilo de Perchman, que tiene similitudes con el de Ruglio.
¿Sabés cuál fue la diferencia entre Perchman y Ruglio? Que el vicepresidente de Nacional se equivocó por primera vez (en 2025) y en Peñarol hace cinco años que está enquistado el síndrome de Ruglio, que acumula enfrentamientos, conflictos y vivir todos los días en un polvorín, y es imposible en ese contexto construir un proyecto sano. En cinco años ganó dos títulos del Uruguayo.
Por esa razón, este 2025 que termina para Nacional y Peñarol los obliga a reflexionar.
4) Una buena oportunidad para sincerarseDesde este lunes los dirigentes de los dos clubes y los entrenadores tienen la responsabilidad de sincerarse, y sus socios de exigirlo.
Vairo tendrá que liderar ese ajuste que necesita Nacional.
Y en Peñarol, Aguirre tendrá que seguir zurciendo como lo hizo desde el primera día cuando después de las elecciones de 2023, en las que fue reelecto Ruglio, se encargó de hacer un asado para generar un clima de paz en la institución. Que promovió la unión casi como bandera para allanar las diferencias internas, pero que tampoco fue suficiente.
Nacional vs Peñarol segunda final de la Liga AUF Uruguaya en el Gran Parque CentralTampoco será fácil para Peñarol el 2026 en el que se zambullirá en año electoral.
Se terminó 2025. Nacional campeón, Peñarol vicecampeón y un punto en común: los dos desarrollaron políticas deportivas insanas (propias de una montaña rusa), llenas de inestabilidad y de contextos impropios para instituciones que plantean construir proyectos ganadores.
Si aprendieron de todo lo que transitaron este año, en enero Nacional y Peñarol volverán con nuevas formas, sin responsabilizar a los árbitros (que se equivocan, por supuesto) de todos los perjuicios en el caso de los aurinegros o de dinamitar la paz de Los Céspedes en el de los albos.
Si no lo entendieron, seguirán jugando a la ruleta. A esta ruleta del fútbol uruguayo en la que como las diferencias de presupuesto entre Nacional y Peñarol son tan grandes con el resto van a seguir ganando y consagrará campeón al menos malo.
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