Con una inversión superior a los 92 millones de pesos, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas culminó las obras de rehabilitación en la Ruta 16, en el tramo que une Aguas Dulces con la Ruta 9, una intervención clave para la conectividad y la seguridad vial en el departamento de Rocha.
Los trabajos incluyeron la mejora integral de la calzada, reciclado de la base con cemento portland, carpeta asfáltica, drenajes y señalización horizontal y vertical, además del reacondicionamiento de la rotonda de Aguas Dulces.
Asimismo, se ejecutó un empalme único en el acceso al barrio Torres y se construyeron calles auxiliares y nuevas dársenas para paradas de ómnibus, dando respuesta a un reclamo histórico de los vecinos de la zona.

La culminación de las obras de rehabilitación en la Ruta 16, en el tramo comprendido entre Aguas Dulces y la Ruta 9, marca un punto de inflexión en la infraestructura vial del este del país y da respuesta a un reclamo largamente sostenido por vecinos y usuarios de la zona. Los trabajos, ejecutados dentro de los plazos previstos, consolidan una intervención estratégica para la conectividad y la seguridad vial en el departamento de Rocha.

Según información aportada por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) a Rochaaldia.com, las obras comenzaron en marzo de este año y abarcaron una intervención integral de la traza. La rehabilitación incluyó mejoras sustanciales en la calzada, el reciclado de la capa de base con cemento portland, la aplicación de tratamiento superficial tipo cape seal o carpeta asfáltica, además de trabajos de drenaje y señalización horizontal y vertical.

Uno de los puntos centrales de la obra fue el reacondicionamiento de la rotonda de Aguas Dulces, un nodo vial clave para el tránsito local y turístico. A esto se sumó la ejecución de un empalme único en el acceso al barrio Torres, junto con la construcción de calles auxiliares y dos nuevas dársenas para paradas de ómnibus, una intervención que permitió mejorar la visibilidad y reducir riesgos en una zona históricamente conflictiva desde el punto de vista de la seguridad vial.

La magnitud de la obra no se mide solo en metros de asfalto, sino en impacto territorial. La mejora de la Ruta 16 fortalece la conexión entre centros poblados, optimiza el flujo de transporte y acompaña el crecimiento de localidades que, durante años, reclamaron soluciones concretas a problemas estructurales de circulación y accesibilidad.

La ejecución estuvo a cargo de la empresa TRAXPALCO S.A. y demandó una inversión superior a los 92 millones de pesos, reflejando una apuesta significativa del Estado por la infraestructura vial en el interior del país. En un contexto donde la obra pública suele ser objeto de debate, la finalización en tiempo y forma aparece como un dato político y técnico relevante.

Más allá de los números, la intervención en Ruta 16 deja una señal clara: la planificación, cuando se sostiene en el tiempo y se ejecuta con criterio técnico, logra transformar reclamos históricos en soluciones concretas. Para Rocha, se trata de una obra que mejora la seguridad, ordena el tránsito y reafirma el rol de las rutas departamentales como ejes de desarrollo.

Con esta rehabilitación, la Ruta 16 deja atrás años de deterioro y se proyecta como un corredor más seguro y eficiente, en una zona donde la infraestructura no es un lujo, sino una necesidad básica para la vida cotidiana y la integración territorial.