Desde el 1° de enero, OSE aplicará un aumento del 8,5% en la tarifa del agua y saneamiento. La suba alcanzará al 90% de los hogares, con un impacto estimado de unos 70 pesos mensuales para consumos de hasta 15 metros cúbicos. En el interior del país, quienes cuentan con saneamiento pagarán alrededor de 130 pesos más por mes. Los hogares socioeconómicamente vulnerables, beneficiarios del MIDES y Tarifa Social, tendrán un ajuste menor, del entorno de 10 pesos mensuales, y quedarán excluidos del incremento adicional.

OSE fundamenta el aumento en la evolución de costos y en la necesidad de financiar inversiones. UTE y Antel también elevaron sus informes tarifarios. La decisión final ahora queda en manos del Poder Ejecutivo.

A partir del próximo 1° de enero, OSE aplicará un aumento del 8,5% en sus tarifas, en el marco del ajuste general de precios de las empresas públicas que el Poder Ejecutivo evalúa por estas horas. La suba impactará en la gran mayoría de los hogares del país, aunque quedarán exceptuados parcialmente los usuarios socioeconómicamente vulnerables, que enfrentarán un incremento menor.

Según el informe elevado por el Directorio del organismo, el ajuste se compone de dos factores: un 4,8% correspondiente a la evolución de los costos operativos y un adicional del 3,7% destinado a corregir desequilibrios financieros previos y a financiar un ambicioso plan de inversiones en infraestructura.

En términos concretos, el 90% de los hogares, aquellos que consumen hasta 15 metros cúbicos de agua por mes, verán reflejado un aumento aproximado de $70 mensuales en la factura. En el interior del país, para quienes además cuentan con servicio de saneamiento, el impacto ascenderá a unos $130 por mes.

No obstante, el ajuste no será uniforme. Los beneficiarios del MIDES y quienes acceden a la Tarifa Social quedarán excluidos del incremento adicional del 3,7%. En estos casos, el aumento se limitará al componente de costos, lo que representa unos $10 mensuales para consumos de hasta 15 m³, y alrededor de $21 si se suma el servicio de saneamiento.

Desde OSE se subraya que el aumento busca sostener la calidad del servicio y garantizar inversiones estratégicas, en un contexto de presión financiera acumulada. Sin embargo, el ajuste vuelve a instalar el debate sobre el peso de las tarifas públicas en la economía doméstica, especialmente en un inicio de año tradicionalmente sensible para los hogares.

En paralelo, UTE y Antel también elevaron sus informes tarifarios, con proyecciones de aumento a partir del 1° de enero. La decisión final ahora está en manos del Poder Ejecutivo, que deberá definir el alcance del ajuste general de tarifas en un escenario marcado por la inflación contenida, pero con costos que siguen presionando.

El agua, un servicio esencial, vuelve así al centro de la discusión pública, con una suba que, aunque moderada en términos nominales, se suma a una cadena de incrementos que golpean el presupuesto familiar desde el primer día del año.