El sueño del teatro del futuro en manos de la IA: Gabriel Calderón estrenó su última sátira en uno de los festivales principales de Europa
La inteligencia artificial (IA) llevada al teatro en una distopía absurda (o no) es la protagonista de la última creación del dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón, Ai! La miseria nos hará felices, un sueño como el del otro Calderón, que pone al espectador ante un futuro del que solo le salvan las emociones.
El Calderón contemporáneo se ha imaginado cómo los robots, creados con IA, han sustituido a los humanos de todas sus tareas, también de la de actor, en un curioso 'El Gran Teatro del Mundo' que acaba de estrenar en el festival Temporada Alta de Girona y Salt.
Por encargo de esta cita y del Teatre Lliure, por donde pasará también la obra, el dramaturgo y director uruguayo se ha vuelto a poner al frente de un equipo catalán de artistas formado por Pere Arquillué, Laura Conejero, Daniela Brown y Joan Carreras.
Después del éxito de Historia de un jabalí, pieza en la que jugó con esta misma fórmula, aunque con Carreras como único intérprete y con el Grec como socio del Temporada Alta, este nuevo experimento deja atrás a Shakespeare y se adentra en algo mucho más contemporáneo como es la IA.
El otro CalderónEsta vez el vehículo lo proporciona Calderón de la Barca y el trasfondo pasa por conocer qué papel jugará el ser humano en ese nuevo mundo en el que un robot puede ejercer de actor sobre un escenario.
_INE0248.webp Gabriel Calderón Camilo dos SantosLo que hace Gabriel Calderón con esos mimbres es una sátira que interroga al espectador y lo sitúa en una posición incómoda a la que en realidad ha comenzado ya a enfrentarse y que amenaza con complicarse en los próximos años.
Si en este Ai! La miseria nos hará felices es el profesional del teatro el que se ve superado por la tecnología, en la vida tiene que ver con la inmensa mayoría de ámbitos de la sociedad, incluidos todos los relacionados con el trabajo.
El espejo para el espectador lo sostienen cuatro actores relegados a la función de mantenimiento de los robots que les han sustituido, mientras ellos se pelean con las emociones, lo único que les diferencia de lo artificial.
Un ser humano prescindible¿Está preparado el ser humano para verse relegado a un papel prescindible en todos los aspectos de la vida? Esa cuestión es la que planea sobre la obra hasta trasladarla al patio de butacas, donde quienes se sientan allí saben que, en un futuro inmediato, deberán responderla.
Por supuesto, la dramaturgia exagera lo que se avecina, pero lo hace para utilizar el humor como vaselina y colarle al público reflexiones de calado sobre el cambio de paradigma que asoma.
La gestión del fracaso humano, la memoria o el deseo de perfección son temas que planean sobre ese escenario gobernado por máquinas que dibuja Gabriel Calderón.
Toda esta elucubración ha llevado incluso a la editorial Comanegra, con motivo del estreno de la pieza, a publicar el texto y ponerlo a la venta cuatro días antes de que se haya alzado el telón del Teatro de Salt.
Conexión IberoaméricaAi! La miseria nos hará felices ha formado parte en el Temporada Alta del ciclo Conexión Iberoamérica, que busca establecer puentes entre la creación europea y la latinoamericana.
La obra sucede a Historia de un jabalí como alianza entre un director internacional y un equipo artístico catalán, una apuesta del Temporada Alta que, anteriormente, había programado 'Davant la jubilació' con el polaco Krystian Lupa, 'L'omissió de la familia Coleman', con el argentino Claudio Tolcalchir, y 'La neta del senyor Linh', con el belga Guy Cassiers.
"En un futuro gobernado por la perfección algorítmica, la obra de Calderón nos recuerda que la complejidad de nuestras emociones es la única frontera que nos diferencia de las máquinas". Estas líneas entrecomilladas se han generado con IA a petición de un último párrafo para el artículo. ¿Tenemos que estar preocupados?
EFE
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