La ciudad de Rocha celebró este domingo un nuevo aniversario de su fundación, una fecha que invita a mirar atrás para comprender el presente. Cada 23 de noviembre, los rochenses evocan no solo la culminación de la Capilla Nuestra Señora de los Remedios en 1793 —primera construcción formal del poblado—, sino también el esfuerzo de las 22 familias fundadoras que, en condiciones adversas, erigieron las bases sociales y culturales de la comunidad.

La conmemoración incluyó acto protocolar, representación histórica de la llegada de los primeros pobladores y un desfile cívico-militar por Avenida Agraciada, con la participación de comparsas, delegaciones civiles, autos clásicos y agrupaciones tradicionalistas.

Entre ellas, destacó la presencia del proyecto Entre Puentes y Mojones, que reúne a cuatro aparcerías rochenses: Club Rotario Rocha-Rocha, Por Aire Libre y Carne Gorda, Marcheros Rochenses y Aparcería 91. Su participación aportó identidad local y emoción colectiva.

Este grupo tiene como finalidad reivindicar la tradición ecuestre del departamento y los valores ligados al caballo como símbolo de trabajo, libertad y vínculo con la tierra. La cultura rural, transmitida de generación en generación, se manifiesta en estos encuentros, donde el sentido de pertenencia se materializa en el paso firme de la caballería.

La próxima gran cita histórica: La Marcha Ecuestre del Bicentenario

La energía de este aniversario se conecta directamente con un evento que ya genera expectativa regional: la Marcha Ecuestre del Bicentenario, que tendrá lugar del 27 al 30 de noviembre de 2025.

La travesía unirá dos hitos militares de la frontera este: el Fuerte San Miguel y la Fortaleza de Santa Teresa, en homenaje al coronel Leonardo Olivera. El encuentro no será masivo sino selectivo: se limitará a 200 caballos, priorizando la participación de aparcerías locales, entre ellas, las aparcerías unidas del proyecto  “Entre Puentes y Mojones”.

Esta decisión busca salvaguardar el carácter íntimo, comunitario y netamente rochense de la experiencia.

Estructura prevista del encuentro:

• Jueves 27: apertura oficial en la Sociedad Fomento Rural de San Miguel y ceremonia en el Fuerte.
• Viernes 28: partida de la marcha rumbo al norte del Parque Santa Teresa.
• Sábado 29: llegada de los jinetes a las inmediaciones de la fortaleza.
• Domingo 30: recreación de la toma de Santa Teresa y desfile de caballería en homenaje a Olivera.

Durante las noches, los fogones volverán a encenderse como en la campaña antigua: música criolla, relatos, mate compartido, silencio de campo y pertenencia colectiva.

Patrimonio como motor de comunidad

Tanto la celebración del aniversario como la preparación de la Marcha del Bicentenario refuerzan una noción central: Rocha no vive de espaldas a su historia. Al contrario: la utiliza como plataforma de futuro.

En un país cada vez más urbanizado, estos espacios de memoria viva funcionan como recordatorio de la raíz que sostiene la identidad uruguaya:

• el caballo como compañero de vida,
• la familia rural como núcleo social,
• la aparcería como comunidad solidaria,
• la frontera como herencia histórica,
• la tradición como continuidad.

La identidad rochense, firme entre el pasado y el porvenir

Rocha —territorio de frontera en tiempos coloniales— se reafirma hoy como territorio de cultura y memoria.
El aniversario de la ciudad y la Marcha del Bicentenario son parte de un mismo movimiento: la reconstrucción pública de la identidad rochense, hecha de valores, símbolos y gestos compartidos.

En tiempos de aceleración y desconexión, el retorno a caballo —literal y simbólico— recuerda que la historia no solo está escrita en los libros: está en los caminos, en las huellas, en la polvareda y en la comunidad que elige mantener viva su memoria.