Los integrantes del proyecto Entre Puentes y Mojones, que reúne a cuatro aparcerías rochenses —Club Rotario Rocha–Rocha, Por Aire Libre y Carne Gorda, Marcheros Rochenses y Aparcería 91—, ya se encuentran instalados en la localidad de 18 de Julio, en el predio de la feria, desde donde partirán para participar en la Marcha Ecuestre del Bicentenario, que se desarrolla hasta el próximo 30 de noviembre.

Esta travesía histórica conmemora los 200 años de la Toma de la Fortaleza de Santa Teresa, y culminará con la representación solemne del episodio militar, acompañada por desfile de caballería gaucha y homenaje al coronel Leonardo Olivera. El recorrido unirá dos enclaves defensivos históricos de la frontera este: el Fuerte San Miguel y la Fortaleza de Santa Teresa.

Carlos Santos, presidente de la Comisión de Asuntos Ecuestres de Rocha y a cargo de la marcha, explicó a Rochaaldia.com 
 

“a las 6 de la mañana partiremos desde acá -18 de Julio- y una hora más tarde, nos uniremos al resto de las aparcerías en el fuerte de San Miguel  para proseguir con la marcha a caballo hasta llegar sobre el mediodía a la estancia Ojos de Agua, donde se instalará el segundo campamento”.

Por su parte, el integrante de la aparcería Por Aire Libre y Carne Gorda, Héctor Pereyra Chury, señaló a Rochaaldia.com que más de 200 jinetes participarán del trayecto y que desde este campamento, ubicado en el kilómetro 326, el sábado continuará la travesía hacia la Fortaleza de Santa Teresa, donde se montará el tercer campamento previo a la ceremonia conmemorativa.

El domingo, los participantes tomarán parte de la recreación solemne de la Toma de la Fortaleza, con presencia de agrupaciones tradicionales, instituciones invitadas y un componente histórico–cultural de gran valor para la identidad rochense.

La toma de Santa Teresa se refiere a un evento histórico de la Cruzada Libertadora de 1825, donde las fuerzas patriotas uruguayas al mando del coronel Leonardo Olivera tomaron por sorpresa la fortaleza el 31 de diciembre de 1825.

Pereyra Chury explicó la relevancia trascendental de esta conmemoración y el sentido profundo detrás de la recreación histórica:

“La Toma de Santa Teresa fue un episodio decisivo de la Cruzada Libertadora de 1825. Las fuerzas patriotas uruguayas, bajo el mando del coronel Leonardo Olivera, tomaron por sorpresa la fortaleza el 31 de diciembre de ese año. Ese hecho permitió asegurar una posición estratégica clave para el control del paso fronterizo entre Uruguay y Brasil.”

Pereyra Chury añadió que esta conmemoración —que se desarrolla el 30 de noviembre en el marco del bicentenario— no es solo una actividad simbólica o turística, sino un acto de memoria histórica y reafirmación cultural:

“Lo que estamos celebrando es un momento fundacional de la identidad oriental. Mantener viva esa memoria fortalece nuestras tradiciones y permite que las nuevas generaciones comprendan la magnitud de quienes hicieron posible nuestra libertad.”

El evento es organizado por la Comisión de Asuntos Ecuestres de Rocha, con el apoyo del Departamento de Estudios Históricos del Ejército, así como diversas instituciones públicas y privadas. Una celebración que honra la memoria, consolida tradiciones y proyecta a Rocha como territorio de cultura viva y historia compartida.