Desobedecer la distancia: un nuevo caso de violencia doméstica sacude Rocha
La Justicia de Rocha condenó a un hombre de 35 años a seis meses de prisión efectiva, tras incumplir medidas cautelares y agredir nuevamente a su expareja en la localidad de Parallé. El agresor había sido denunciado el 5 de octubre por violencia doméstica y tenía prohibición de acercamiento, además de una tobillera electrónica, que terminó dañando mientras estaba detenido.
La Justicia Letrada de 6º Turno lo condenó como autor de un delito de desacato, a seis meses de prisión efectiva por desacato, tras incumplir reiteradamente medidas de restricción y volver a agredir a su expareja.
En Parallé, un pequeño poblado del departamento de Rocha, la violencia volvió a irrumpir en un hogar donde el miedo ya era rutina. La Justicia condenó a un hombre de 35 años, identificado como E.I.F.R., a seis meses de prisión efectiva por desacato, tras incumplir reiteradamente medidas de restricción y volver a agredir a su expareja.
El caso comenzó el 5 de octubre, cuando la policía acudió a un llamado por un episodio de violencia doméstica. En el lugar, una mujer de 38 años relató que había sido golpeada por su pareja y que no era la primera vez. Dijo también haber recibido amenazas y vivir bajo un clima de constante intimidación.
El hombre fue localizado en el lugar y, durante el procedimiento, la policía incautó un arma de fuego. La Justicia intervino de inmediato, imponiendo medidas cautelares durante 180 días: prohibición de acercamiento y comunicación, además de la inclusión de ambas partes en el sistema de monitoreo electrónico.
Pero la protección tecnológica no detuvo la violencia. El 10 de noviembre, un alerta del sistema de tobillera electrónica advirtió sobre la proximidad entre ambos. Minutos después, patrullas localizaron al agresor en la ciudad de Rocha, donde agredía a un hombre que se encontraba con su expareja. Fue nuevamente detenido.
La violencia, esta vez, alcanzó incluso al símbolo del control judicial: mientras estaba detenido, el agresor rompió su tobillera electrónica, dejándola inutilizable.
Tras comparecer ante la Justicia Letrada de 6º Turno de Rocha, y en el marco de un proceso abreviado, fue condenado por desacato a seis meses de prisión efectiva.
Más allá del fallo, el episodio vuelve a poner sobre la mesa una pregunta que atraviesa a la sociedad uruguaya: ¿qué tan efectivas son las herramientas de protección cuando el agresor desconoce todo límite?
“No era la primera vez”, dijo la víctima. Una frase que resuena con la fuerza de una advertencia que el sistema todavía no logra escuchar a tiempo.
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