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La Justicia de Rocha asestó un golpe decisivo al microtráfico en la frontera, tras condenar a un hombre de 38 años como autor de un delito continuado de suministro de estupefacientes, sumado a un cargo por tráfico interno de municiones. La resolución se da en el marco de la Operación Iscariote, que permitió desarticular un punto de distribución de drogas en la ciudad de Chuy.

La investigación se apoyó en un trabajo sostenido de inteligencia policial, orientado a mapear el abastecimiento de bocas de venta en la zona. Los indicios apuntaban a un individuo con antecedentes penales, ya vinculado a la Operación Compostela —ejecutada en marzo pasado— por delitos relacionados con el tráfico de municiones. Pese a estar bajo medidas cautelares, el hombre continuaba operando en la red criminal.

El allanamiento decisivo se llevó a cabo en una finca de la calle Melo, donde el sospechoso fue sorprendido junto a otras dos personas. Durante el operativo, los agentes incautaron 52 dosis de cocaína, ocho teléfonos móviles, marihuana, 124.950 pesos uruguayos, monedas varias, 805 reales y 116 dólares. La escena confirmaba lo que la Fiscalía ya presumía: una estructura destinada al abastecimiento de distintos puntos de venta en la ciudad fronteriza.

Tras la audiencia judicial, el Juzgado Letrado de 1.º Turno de Chuy resolvió la condena de J.D.L.C., imponiéndole una pena de dos años y diez meses de penitenciaría, bajo la modalidad de proceso abreviado. La sentencia contempla la reiteración real de ambos delitos: suministro de estupefacientes y tráfico interno de municiones en depósito.

Con este fallo, la Justicia reafirma su estrategia de atacar no solo las bocas de expendio, sino también los nodos logísticos que las abastecen

Autor: ROCHAALDIA.COM