El fideicomiso de Rocha: inversión histórica, tensiones políticas y la mirada de la oposición
La Intendencia de Rocha presentará a fin de mes un proyecto de fideicomiso “más ambicioso” que el anterior, con obras en todo el departamento y un esquema de repago a 15 años. El intendente Alejo Umpiérrez apuesta a un acuerdo multipartidario a través de la “mesa de los seis”, integrada por técnicos y referentes de todos los partidos. Desde la oposición, el edil frenteamplista Irineu José (Compromiso 711) advirtió que el monto y el plazo deben acotarse: “No podemos hipotecar tres gobiernos consecutivos”. Reclamó priorizar saneamiento, caminos rurales y servicios básicos, para que las obras generen impacto social y empleo local.
La Intendencia de Rocha se prepara para presentar a fin de mes ante la Junta Departamental un proyecto de fideicomiso que promete marcar un antes y un después en la infraestructura del departamento. La iniciativa, impulsada por el intendente Alejo Umpiérrez, contempla obras millonarias en prácticamente todas las localidades, bajo un esquema financiero que el Ejecutivo considera sustentable y responsable.
El plan no es menor: tras haber cancelado en tiempo récord un fideicomiso anterior de 15 millones de dólares —liquidado en apenas tres años, con pagos anuales de 5 millones—, el gobierno departamental busca ahora un instrumento “más ambicioso” y de largo aliento. La propuesta se apoya en dos pilares: una capacidad de repago consolidada y una afectación del SUCIVE que baja del 40 % al 30 %. “Se puede hacer más, y mejor, sin hipotecar el presente”, sostienen desde el oficialismo.
La arquitectura del acuerdo
Para legitimar el proyecto, Umpiérrez reunió en la Intendencia a dos actores clave de la oposición: el senador Aníbal Pereyra (MPP) y la dirigente Flavia Coelho (La Corriente). De ese encuentro nació la llamada “mesa de los seis”, integrada por referentes y técnicos de todos los partidos con representación en la Junta, que tendrá a su cargo la definición de las obras prioritarias.
La hoja de ruta prevé tres subcomisiones temáticas y la participación de los municipios, que podrán elevar sus propuestas. El intendente confía en que este diseño multipartidario permita blindar políticamente el fideicomiso y acelerar la concreción de proyectos largamente reclamados.
La voz de la oposición: acompañar, pero con límites
Sin embargo, en política los números nunca viajan solos. El edil frenteamplista Irineu José (Compromiso 711) dejó clara en diálogo con Rochaaldia.com la posición de su sector: apertura al diálogo, pero con condiciones.
“Estamos convencidos de que la herramienta del fideicomiso sirve, pero no en este monto, ni en este compromiso de 15 años. Creemos que debe acotarse a dos periodos: el actual y el próximo. No podemos hipotecar tres gobiernos consecutivos”, señaló.
El planteo no es menor: reducir el plazo de 15 a 10 años significa liberar de condicionamientos financieros a la administración que asuma en 2035, dándole margen para definir sus propias prioridades. “Queremos competir en la próxima elección departamental, pero también garantizar que quien venga después tenga libertad de decidir”, subrayó José.
El edil, además, llamó a evitar la superposición entre obras financiadas con el fideicomiso y aquellas que dependen del presupuesto nacional. “Hay que priorizar lo social: saneamiento, caminos rurales, servicios básicos. No alcanza con rutas y avenidas, necesitamos obras que lleguen a todos los pueblos y generen mano de obra local”.
El trasfondo político
El debate no solo es financiero: es político. Mientras Umpiérrez busca un “shock de infraestructura” que proyecte a Rocha hacia el futuro, la oposición frenteamplista insiste en que no se trata de dar un cheque en blanco. El diseño del fideicomiso será, de hecho, un laboratorio político: allí se medirán la capacidad de negociación de los distintos sectores y la posibilidad de acuerdos duraderos.
Desde Compromiso 711 remarcan que la mesa de los seis debe ser un verdadero espacio de construcción colectiva y no una formalidad. “Queremos incidir en el contenido, no legitimar algo ya cerrado”, advirtió José.
El espejo del poder
El fideicomiso, en definitiva, refleja algo más que un plan de obras: es un espejo del futuro político de Rocha. Para el oficialismo, representa la oportunidad de consolidar una gestión con resultados visibles y tangibles. Para la oposición, es el riesgo de hipotecar tres periodos a la sombra de una sola estrategia.
En esa tensión entre continuidad y renovación, entre consenso y cautela, se jugará no solo la infraestructura del departamento, sino también el mapa de poder de la próxima década. Porque en Rocha —como en la política en general— las obras no se construyen solo con hormigón y asfalto: también con acuerdos, con controles y con la legitimidad de quienes las impulsan.
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